La oximetria de pulso o pulsioximetría es una prueba indolora y no invasiva que mide el nivel de saturación de oxígeno o los niveles de oxígeno en la sangre. Puede detectar rápidamente incluso pequeños cambios en la eficiencia con la que se transporta el oxígeno a las extremidades más alejadas del corazón, incluyendo las piernas y los brazos.
El oxímetro de pulso es un pequeño dispositivo similar a un broche que se sujeta a una parte del cuerpo, como los dedos de los pies o el lóbulo de una oreja. Lo más común es ponerlo en un dedo y se suele usar en un entorno de cuidados críticos como salas de emergencia u hospitales. Algunos médicos, como los neumólogos, pueden usarlo en el consultorio.
Propósito y usos
El propósito de la oximetria de pulso es verificar qué tan bien el corazón bombea oxígeno al resto del cuerpo.
Puede usarse para monitorizar la salud de personas con cualquier tipo de enfermedad que pueda afectar los niveles de oxígeno en la sangre, especialmente mientras están en el hospital. Estas condiciones incluyen:
- enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC)
- asma
- neumonía
- cáncer de pulmón
- anemia
- ataque cardíaco o insuficiencia cardíaca
- defecto cardíaco congénito
Hay varios casos en los que se puede usar la oximetría de pulso, que incluyen:
- evaluar qué tan bien está funcionando un nuevo medicamento pulmonar
- evaluar si se necesita ayuda para respirar
- evaluar qué tanto se necesita un ventilador
- controlar los niveles de oxígeno durante o después de procedimientos quirúrgicos que requieren sedación
determinar qué tan efectiva es la terapia de oxígeno suplementario, especialmente cuando el tratamiento es nuevo - evaluar la capacidad de una persona para tolerar una mayor actividad física
- evaluar si alguien deja de respirar momentáneamente mientras duerme, como en los casos de apnea del sueño, durante un estudio del sueño
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